1 de marzo del 2008
Dos Peugeot 404 verdes con la misma patente chocan de frente, ambos conductores fallecidos.
El misterioso incidente ocurrió cerca del zoológico Temaikén, las autoridades todavía no dieron explicaciones. Testigos aseguran que los cadáveres eran muy parecidos y estaban vestidos igual. Fuerte disputa por el destino de un manuscrito encontrado en los baúles de ambos vehículos.
BUENOS AIRES.- El siniestro ocurrió ayer a las 16 horas, cuando dos Peugeot 404 del año 56 sufrieron colisión frontal a altas velocidades. Llamó la atención de los testigos que los coches fueran tan parecidos, la sorpresa llegó cuando se advirtió que las patentes también eran iguales. Careciendo de los resultados de la autopsia sólo se puede especular. El vehículo figura en el registro de automóviles de la provincia de Buenos Aires, el dueño y conductor fallecido es Patricio Sodenberg, natural de Tigre. El misterio incrementó al descubrir que la fecha de cumpleaños del hombre es el 29 de febrero de 1960 y que el accidente tuvo lugar ese mismo día de este año bisiesto.
Las conjeturas crecen y todavía escasea la información oficial, uno de los dos conductores debiera ser un “falso” Patricio Sodenburg, conduciendo un “falso” Peugeot. Declaraciones recientes de la vecina del fallecido afirman que era un hombre “solitario” que nunca recibía visitas y que escuchaba música clásica muy fuerte. De exactamente 48 años, vivía solo en la casa de sus padres desde los 20, cuando toda su familia naufragó y desapareció en una embarcación de la empresa Cacciola, con destino a Carmelo. Pudo mantenerse buscándose la vida con diferentes empleos que nunca duraban demasiado. “Vivía con fuertes dificultades económicas”, declaró la misma vecina. Entre los testigos del accidente, los que lo presenciaron con mayor cercanía cayeron desmayados al instante y permanecen vigilados en el hospital. “Yo no sé que vieron, pero debió ser impactante. Cuando yo me acerqué estaban sacando a los cuerpos y eran exactamente iguales. No me puedo olvidar del pulóver celeste y rojo que los dos conductores tenían puesto.” Se esperan ansiosos los resultados de la prueba de ADN ya que sólo entonces se dará con la identidad del falso conductor. Algunos periodistas de menor seriedad han intentado hallar la explicación dialogando con expertos en sucesos paranormales. Las conjeturas han llegado al límite cuando se sugirió que todo el accidente podría no ser más que una proyección mental materializada físicamente, producida por una psiquis fuertemente trabajada y/o un ingrediente milagroso. Esto es imposible de verificar aunque la biografía del fallecido daría pruebas de una vida enajenada, fácilmente clasificable como tendenciosamente suicida.
El hombre tiene una antecedente penal, hace 12 años la policía le tuvo que llamar la atención por los altos decibelios en los que escuchaba a Beethoven y terminaron deteniéndolo por rehusarse a bajar el volumen y a ponerse pantalones.
Según fuentes locales, ambos vehículos resultaron llevar los mismos contenidos tanto en la guantera como en el baúl. En las dos guanteras se encontraron cintas de Beethoven, los papeles del coche –rigurosamente iguales-, y dos riñoneras “hippies” con 12 gramos de marihuana, papelillos de fumar de la misma marca e incluso con la misma cantidad de “sedas” restantes. En el baúl se encontraron dos manuscritos idénticos que permanecen bajo custodia de la policía, aunque diversos grupos ya han comenzado a luchar judicialmente por hacerse con el texto. Si no se logra dilucidar una identidad diferente para uno de los dos conductores, las proporciones del caso aumentarán de manera rampante. El manuscrito podría tener altos valores científicos, religiosos, literarios, psicológicos, antropológicos, y los estudiosos de todos los campos no cesarán hasta conseguir acceso a él.
Se baraja la posibilidad de que sea una suerte de “performance” artística llevada a cabo por dos personas de consentimiento mutuo, y la escena de los blogs de Internet ya está llevando estas ideas hasta sus últimas consecuencias.
Las autoridades darán una rueda de prensa esta tarde donde se esperan aclararse algunas de las tensas dudas acerca del espectáculo borgeano sufrido ayer. Todos los interesados tienen grandes esperanzas de que el susodicho manuscrito, aparte de la prueba de ADN, pueda contestar algunas de las intrigantes preguntas que el suceso obliga plantearnos.
Las conjeturas crecen y todavía escasea la información oficial, uno de los dos conductores debiera ser un “falso” Patricio Sodenburg, conduciendo un “falso” Peugeot. Declaraciones recientes de la vecina del fallecido afirman que era un hombre “solitario” que nunca recibía visitas y que escuchaba música clásica muy fuerte. De exactamente 48 años, vivía solo en la casa de sus padres desde los 20, cuando toda su familia naufragó y desapareció en una embarcación de la empresa Cacciola, con destino a Carmelo. Pudo mantenerse buscándose la vida con diferentes empleos que nunca duraban demasiado. “Vivía con fuertes dificultades económicas”, declaró la misma vecina. Entre los testigos del accidente, los que lo presenciaron con mayor cercanía cayeron desmayados al instante y permanecen vigilados en el hospital. “Yo no sé que vieron, pero debió ser impactante. Cuando yo me acerqué estaban sacando a los cuerpos y eran exactamente iguales. No me puedo olvidar del pulóver celeste y rojo que los dos conductores tenían puesto.” Se esperan ansiosos los resultados de la prueba de ADN ya que sólo entonces se dará con la identidad del falso conductor. Algunos periodistas de menor seriedad han intentado hallar la explicación dialogando con expertos en sucesos paranormales. Las conjeturas han llegado al límite cuando se sugirió que todo el accidente podría no ser más que una proyección mental materializada físicamente, producida por una psiquis fuertemente trabajada y/o un ingrediente milagroso. Esto es imposible de verificar aunque la biografía del fallecido daría pruebas de una vida enajenada, fácilmente clasificable como tendenciosamente suicida.
El hombre tiene una antecedente penal, hace 12 años la policía le tuvo que llamar la atención por los altos decibelios en los que escuchaba a Beethoven y terminaron deteniéndolo por rehusarse a bajar el volumen y a ponerse pantalones.
Según fuentes locales, ambos vehículos resultaron llevar los mismos contenidos tanto en la guantera como en el baúl. En las dos guanteras se encontraron cintas de Beethoven, los papeles del coche –rigurosamente iguales-, y dos riñoneras “hippies” con 12 gramos de marihuana, papelillos de fumar de la misma marca e incluso con la misma cantidad de “sedas” restantes. En el baúl se encontraron dos manuscritos idénticos que permanecen bajo custodia de la policía, aunque diversos grupos ya han comenzado a luchar judicialmente por hacerse con el texto. Si no se logra dilucidar una identidad diferente para uno de los dos conductores, las proporciones del caso aumentarán de manera rampante. El manuscrito podría tener altos valores científicos, religiosos, literarios, psicológicos, antropológicos, y los estudiosos de todos los campos no cesarán hasta conseguir acceso a él.
Se baraja la posibilidad de que sea una suerte de “performance” artística llevada a cabo por dos personas de consentimiento mutuo, y la escena de los blogs de Internet ya está llevando estas ideas hasta sus últimas consecuencias.
Las autoridades darán una rueda de prensa esta tarde donde se esperan aclararse algunas de las tensas dudas acerca del espectáculo borgeano sufrido ayer. Todos los interesados tienen grandes esperanzas de que el susodicho manuscrito, aparte de la prueba de ADN, pueda contestar algunas de las intrigantes preguntas que el suceso obliga plantearnos.
1 comentario:
ok... largá el manuscrito.
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