Retazos extraños de melancolía adolescente me vienen en forma de recital. ¿Quién y cómo me enseñó a moverme entre las pieles resbaladizas de otros como yo? ¿Hasta dónde llega un público que amistosamente busca mil muertes de purgación mientras sus gargantas color vino de cartón declaran a gritos sentencias de rock? Piernas afónicas que apenas aprendieron a saltar y lo hacen con alas que reflejan las luces de colores buscan un sudor que encandila cien veces, mil veces. El piso desaparece porque ya no está y los semidioses de la electricidad golpean las puertas de algo llamado no sé qué mientras más y más cosas desvanecen en una reflexión adolescente de pelo mojado por el humo rojo de las bengalas. El sin fin de banderas como baluartes que sondean el viento y buscan palabras difíciles de entender. La vida y la historia son releídas cuando los Divididos estrujan el Cielito lindo queriendo recordar algo. Ese lunar que tienes, ¿a qué nos hace acordar, a qué nos hace acordar? Se me acercan espíritus y mil almas muertas en el desconcierto y aúllo al lunar que traduce las bengalas a un idioma más perfecto, más alejado. La comodidad y la astucia de los acordes que todavía recrean la antigüedad van estableciendo en los escalofríos de la gente un agujero público pactado en lo tácito y en la tradición; se abre un lunar reflejando otro mientras la adolescencia se comprime para los costados. Aparece el piso pero todavía no está, está en otro lado y lo que está ahora es un lunar junto a la boca del tamaño del mundo. Algunas almas ávidas de protagonismo insisten en ser los cráteres de lunar, se quedan ahí esperando el temblor, el siglo veinte que espera y que espera a desatar su euforia, a mover el pelvis como lobos que se chocan y se esquivan sin saber por qué, mientras el lunar se expande y se expande con ambición de salir del paso, de elevarse del nivel del mar como un vapor sagrado. La añeja Catarsis se prefigura en una inexplicable sonrisa colectiva un momento antes de enfrentar el lunar al espejo que desatará una y otra vez un signo de presencia universal sabiendo que volverá a pasar mil veces y que los extasiados relámpagos de sudor tatuarán la noche, acaso sin saberlo, de su mismo color.
domingo, 4 de mayo de 2008
Cielito lindo
Importante haber estado en un recital de Divididos o en su (imperdonable) defecto ver este video. No es para "ambientar" sino por un pedacito de información sin el cual no se entiende lo siguiente.
Labels: Homenaje, Mikel, Prosa espontánea, Recomienda
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9 comentarios:
no se lo des a nadie,
cielito lindo,
que a mi me toca
¿Alguien conoce mejor descripción de un buen pogo? Nene, estás escribiendo cada vez mejor.
Tal cual. Cada vez mejor. Como Gardel. Un golazo este ultimo.
Mirá que casualidá.
http://www.laspelotaspage.com/novedades.html
Bien bien bien por el con traste
forma-contenido!!!
como te fue con lès haikús?
québueno... mencantan las sinestesias... por cierto tuve q mirar en internet porque no me acordaba cómo se decía cuando se ve un sonido (por ejemplo). y descubrí q hay personas sinestésicas (más o menos) !
sinestesia y sin anestesia
guau, que grande el escribido para lo escribiente. porque será bárbaro pero siempre sufrí la de los recitales de resbalar entre torsos humedos. lo pienso y me quiero bañar (que es como morir un poco).
la cosa es que es verdad, los haikus super, me gustan los del martillo (si es de opinar). y debe ser una mezcla como de poesía de pensamientos con leer mucho el diccionario. No se que combinación hacés pero paga su precio en escribandos.
Un beso y saludos a Mikel.
jaja tus comentarios me matan.
it would have been worth him doing it just so i could catch him doing it.
feo!
van a exponer unos vestidines en el superfashion Bread&Butter de Barcelona mios..esos mismos se van a ir desfilar a NYC en octubre!
quiero q los veas sisi?
te dejo un pase
y ahora tu hermano tiene tu pelo
mua*
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