sábado, 13 de septiembre de 2008

Esto lo hago a veces

Se afila el pánico del vacío y, en vez de poner algo nuevo, ex-pongo (...) algo viejo. Ojo, creo que algo más vigente está al caer:

Llegué a un descampado de carácter vasto, había una silla. Me es útil recordar, a estas alturas del relato, que había caminado por lo mayor de catorce semanas. Me senté. No creo que la circunstancia haya estado muy sobre mi piel y espalda, creo que pude entender la abstracción de los ángulos rectos, lo melódico de los bordes trabajados, el lujo de un austero diseño en las patas y el respaldo. No sólo pensé en las manos que rozaron la madera con el placer de no sentir una sola astilla, en la trayectoria de las tiras de paja materializadas en algún campo incierto; sino que tampoco me ausenté en exploraciones sobre el contraste entre la silla y el terreno incierto de la naturaleza, aquella era producto de ésta, pero estaba totalmente arrancada del paisaje, sin reconocerse. Sin embargo, ¿cómo había llegado ahí? Luego presentí que había estado equivocado al juzgar su manufactura tan ingenuamente. Había estado olvidando que estaba literalmente en el medio de la nada. No entraré en las facultades del terreno pero bastará asegurar que yo era el primer pensante en recorrer la zona. Claro, yo había visto una silla y, sin llenarme de infundada alegría y asumir la presencia de alguna persona en las cercanías –eso era imposible-, no había negado la posibilidad de que manos humanas hubieran obrado la silla. Pero ahora sí lo hacía. Observando la silla con mayor precisión, comencé a notar las raíces y rápidamente alcé la vista para entender que había sido un arbusto all along.

4 comentarios:

Virginie dijo...

un arbusto silla!
maic no te mostro los arboles hechos esculturas? estan de puta madre!
http://images.google.com.ar/imgres?imgurl=http://weburbanist.com/wp-content/uploads/2008/04/tree-sculpture.jpg&imgrefurl=http://jpe36.spaces.live.com/blog/cns!E212EFA20EF94856!1128.entry&h=700&w=468&sz=209&hl=es&start=16&um=1&usg=__zYvRUUeUlnbSQsKVFDzGbzLF6MU=&tbnid=YLW98_PceElX0M:&tbnh=140&tbnw=94&prev=/images%3Fq%3Dtree%2Bsculptures%26um%3D1%26hl%3Des%26sa%3DN


te mando un gran abrazo, miklin!

ariela dijo...

Catorce semanas caminé los desierto-blogs y no puedo hacer otra cosa que agradecerte porque, como de yapa, este relato-oasis (sin saberlo y como todo buen relato) habla de mí.

Capo Mikel!

Anónimo dijo...

está bien poner cosas viejas para salir. lo digo mas que nada porque yo lo hago constantemente, entonces quedo bien.

igual 1, está buena (son las mini cosas q uno cree que no están en edad de merecer, pero despues resulta que son mejor que nada) 2, me hizo acordar muuucho a una silla que vengo viiendo toodos los dias desde el colectivo, ahí en la vereda. Nadie se la lleva, nadie la usa, está ahi puesta. Es todo muy extraño. Por ahi sea una mutación que creció de entre dos baldosas, por ahi esté tan hecha mierda que nadie quiere hacerse cargo... no se sabe.

es re como dice aru.

Mateo dijo...

A: Esa silla que yace allí está arraizada en la arcilla.
B: Ya se.
C: Si... ya.