Un paseo por semana durante diez años
son muchos paseos
y sin embargo
recuerdo siempre el mismo
Habíamos cortado bastante antes
por lo menos un año
(seguir paseando los domingos
nos había parecido lo más natural, y lo fue)
El perro no estaba inquieto
No había una brisa extraña o sugerente
No nos cruzamos con nadie en particular
Pero vos
te sacaste un guante para darme la mano
(creo que ya me habías admitido que te hacía mal
darme la mano y no podías evitarlo)
y me hablaste sobre unos planes que tenías
de cambiar los muebles de tu casa
Dimos dos vueltas al barrio
Hoy
que está todo tan lejos
pienso que no hay
una conclusión a sacar de todo esto,
que hicimos lo que pudimos,
y que de todo este simulacro
lo único verdadero que hicimos
(o por lo menos lo más bello)
fueron esos paseos
domingo, 16 de junio de 2013
Recuerdo siempre el mismo
Labels: poesía
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1 comentario:
Me encanta.
Es muy bien poner ese guante ahi. Eso es el invierno.
No quiero gustar de cualquier juego de palabras o efecto de doble sentido, pero no puedo evitar gustar del título.
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