sábado, 25 de junio de 2005

mariano corta la rutina

ayer mat me contó un chiste buenísimo:

mariano,hasta las rodillas en trabajo y memorandums,decidió tomarse una hora para almorzar,algo inusual para mariano,que nunca salía por más de treinta y cinco minutos (también acostumbraba no comer nada hasta volver a su casa,o a lo sumo tomarse un yogurt o comer una barra de cereales,mientras hacía algunas cuentas).le avisó a su secretaria y bajó al café de la esquina.miró el menú un rato y se decidió por un plato de risotto con calamares.disfrutó la comida con una copa de vino malbec.cuando terminó de comer pidió café y un bombón suizo.al terminar fumó un cigarrillo y ya aburrido y solitario,decidió llamar a su querida esposa,para charlar un poco y despejarse la mente de tanta mala sangre.atendió maría,la fiel empleada.
-hola maría.
-hola señor.¿desea hablar con la señora?
-si,por favor.
-me parece que está ocupada.
-¿cómo que está ocupada? ella nunca está ocupada.
-está en el estudio,me dijo que no le interrumpa.está con un invitado.
-¿un invitado? ¿es hombre?
-si,señor.
-maría,vaya a mirar qué están haciendo.
se escuchan pasos en un piso de madera,algunos portazos,y al rato vuelve maría y levanta el telefono nuevamente.
-señor,me resulta muy incomodo decirle esto,pero están haciendo el amor.
mariano,que era muy poco tolerante,había comprado un revólver algunos años atrás."nunca se puede estar seguro" decía constántemente.
-maría,escuche bien.hay un revólver en mi habitación.quiero que lo busce.está en una caja forrada en cuero oscuro,en el último estante de mi armario.
-pero señor,yo no puedo..
-maría,esto es importante,quiero que busque ese revólver.
maría,aterrada,buscó rapidamente el arma.levantó el telefono,temblando.
-le tengo en mis manos,señor.tengo mucho miedo,señor.
-¿cuántas balas tiene?
-cuatro,señor.
-quiero que entre al estudio y dispare un tiro en el pecho y otro en la cabeza a cada uno de ellos.
-yo no puedo hacer eso,señor.
-maría,esto es muy importante.si lo hace le voy a dar cincuenta mil dólares.
-pero señor,me está pidiendo que mate.
-exactamente maría,en estas ocasiones solo se puede confiar en la pólvora...y en usted.le daré sesenta mil dólares si lo hace.
mariano,que era un exelente hablador,la terminó por convencer.maría dejó el teléfono y se dirigió al estudio.se escucharon algunos portazos,luego dos diparos,luego un grito de mujer,fuerte,muy fuerte.maría vaciló unos segundos,pero no falló,se escuchó el tercer disparo,y luego el cuarto.corrió al teléfono.
-lo hice señor,están los dos muertos.¡¿pero ahora qué hago señor?! ¡tengo mucho miedo!
-quiero que salga por la ventana y tome un taxi a la casa de su hermana.hablaremos más tarde.
-pero señor,estoy en el quinto piso,¿cómo voy a salir por la ventana?
-ah,disculpe.llamé al número equivocado.

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