viernes, 30 de mayo de 2008

Juicio por mala praxis odontológica O Mal juicio de praxis ontológica

Para la atención de Álvaro Roca Blando, abogado.

Le adjunto, como me pidió, la crónica de los sucesos referidos al caso de Nombre.

13/5/2007: Primera consulta.
El paciente me visita por una infección en la muela de juicio inferior derecha. Infección importante, radiografía (adjunta número 1), extracción. Operación llevada a cabo con normalidad.

14/6/2007: Segunda consulta.
Mismo paciente, mismo problema. Muela de juicio inferior derecha. Desconcierto por parte mía, revisión de primera radiografía, sin rastros de una segunda muela en crecimiento. Sugerencia de que visite otros profesionales. El paciente se niega. Le explico la anomalía del suceso, al paciente no le resulta extraño. Extracción exitosa. Insistencia en que visite otros médicos.

12/7/2007: Tercera consulta.
Segunda regeneración de muela de juicio inferior derecha. Imposible alarmar al paciente sobre la situación. Radiografía (adjunta número 2). Resistencia por parte del paciente a hacer radiografía por no haber hecho falta en la segunda consulta. Radiografía no revela paranormalidades. Extracción.

12/8/2007: Cuarta consulta.
El paciente me visita disgustado. Crítica a mi trabajo: “A ver si esta vez lo hacemos bien doctor, soy un tipo ocupado y no tengo tiempo de venir acá todo el tiempo.”
Examen de la zona problemática revela objeto no identificado en crecimiento. Algo de metal, posiblemente bronce. Radiografía (adjunta número 3). Nueva resistencia a radiografía por miedo a radiaciones y cáncer. Radiografía revela una llave pequeña creciendo en lugar de muela inferior derecha. Extracción por medios odontológicos corrientes.

9/9/2007: Quinta consulta.
Paciente enfurecido. Acusaciones varias: de no ser un verdadero dentista; de hipnotizarlo e implantarle los objetos con el fin de asegurar clientela permanente; etc. Amenaza de juicio por mala praxis. Exige ver a mi “supervisor”, impotencia al conocer la falta de un “supervisor”. Agresión. El paciente se calma cuando ofrezco servicio gratuito. Objeto extraído: hebilla de cinturón D&G.

17/9/2007: Sexta consulta.
Paciente exige números telefónicos de otros pacientes míos para comparar experiencias. Exigencias negadas, nuevamente se calma al ofrecer servicio gratuito. Objeto extraído: cinta de cassette (compilado de baladas de rock).

19/9/2007: Séptima consulta.
Cambio de actitud del paciente. Casi jovial. Comienza nuestra relación amistosa. Objeto extraído: libro de Franz Kafka.

Lapso comprendido entre 19/9/2007 y 24/11/2008:
Visitas regulares, incontables. Consistente actitud amistosa por parte del paciente. Numerosos objetos extraídos de diversa índole. Ejemplos: Tazas, bolígrafos, un micrófono, gafas de sol, un transformador 100-240V, un cabezal de ducha, sacapuntas, libros, broches para pelo, una tecla del símbolo “#” de una máquina de escribir, una pipa de madera, pedazos de maquinaria, bulones, etc., etc.

25/11/2008: Última consulta.
Nuevo cambio de actitud en el paciente debido al objeto extraído: su diario íntimo. Paciente enfurecido, euforia sentimental, agresión física. Advertencia de consecuente juicio por mala praxis.

Espero que la presente, junto con los documentos aportados anteriormente, sea de su ayuda en mi defensa.

Atte.,
Nombre

M.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

es re autobiográfico, con esa de cambiarle el nombre al personaje ya no cae nadie.

que risa igual, claro, de repente se rie de repente te pega, claro, no se sabe, es todo tan serio.

ariela dijo...

ohh... qué bien narrado, o debería decir que bien cronologado, o algo así...
está super por un lado y me dan re ganas de filmarlo por el otro.

Anónimo dijo...

guenisimo, mik!

Mateo dijo...

Se me había pasado este. Muuuy gracioso.