sábado, 15 de agosto de 2009

Esto quémalo, Brod, ¿me oyes? Lo quemas.

Fork in the Road

“Father.”

“Yes, son.”

“I wanna kill you.

“Mother… I wanna… fuck you.”

The Doors

i.

Lo corro por la avenida, por el medio de la avenida, ya pasamos la encrucijada donde está la parada de subte y el teatro, lo acorralo en una esquina, cansados ambos de correr, lo sostengo contra una puerta metálica que hace unos ruidos totalmente desproporcionados cada vez que lo sacudo contra la puerta metálica. Le muestro mis pensamientos, le muestro un dolor como heredado, como una cicatriz tatuada. Él lo acepta, incluso cuando me obligaba a perseguirlo lo estaba aceptando. Intermitentemente soy él y soy yo. Algunas veces siento la puerta de metal en mi espalda mientras me sacude y me grita como telepáticamente, sólo se escucha el ruido de la puerta, después estoy de nuevo agarrándolo por las solapas del traje y llevándolo de adelante para atrás y el grito también es tácito, tampoco se escucha más que los ruidos metálicos que suenan en el piso y atrás mío también. En un momento lo miro directamente a los ojos y mientras lo veo caer al piso sé que no tiene ni una gota de sangre en el cuerpo, lo veo en sus ojos que se me quedan mirando mientras todo el cuerpo se deshace y queda suspendido de las solapas del traje y de mis puños cerrados. Y todavía se alterna mi conciencia entre las dos personas, pero en el momento que yo suelto lo que ahora es carne muerta colgando de un traje, se queda trabada la conciencia en él, caído en el piso, muerto, veo la calle y los faroles encendidos desde el piso, en la vereda, mientras la otra persona, que básicamente es mi hijo, se va caminando, haciéndose cada vez más chiquito. O yo soy su padre, no sé. Cuando él se va todavía no despierto, me quedo mirando el camino durante un rato y es en ese momento cuando me lleno de ese pánico que me hace despertar sudando.



ii.

Me despiertan los ruidos. A veces cuando me despierto y no me acuerdo del sueño siento que no pasó ni un segundo desde que me quedé dormido hasta ahora. Ahora lo siento así pero no tanto porque creo que soñé algo como una pelea. Los ruidos son Papá y Mamá que parece que se están peleando. Primero un poco bajito pero los escucho, y después es más que nada Mamá que le duele algo, cada vez le duele más y yo en mi cabeza voy probando diferentes imágenes pero ninguna funciona, a veces me imagino a Papá como estrangulándola pero tampoco es ese el ruido. Le duele mucho y cada vez le duele más fuerte, trato de pensar qué estará haciendo Papá y por qué no la ayuda, deben estar muy enojados. Tengo miedo pero no me animo tampoco a cerrar la puerta, me tapo hasta el pelo con las sábanas pero lo escucho igual. Cada vez más fuerte el dolor que no conozco, que no sé, como cuando lloro pero mucho más. Después para. Me imagino un charco de sangre en las sábanas blancas y no me puedo sacar esa imagen de la cabeza. Cuando pasa un rato en silencio pienso en ir a ver. No es como cuando voy a dormir a su cama porque no me animo a ir a dormir a su cama, pero quiero ver qué pasa. Voy despacio, camino el pasillo que parece más largo que lo normal, de las tres puertas me meto en la del medio, después otro pasillo muy largo, cuando llego a la cama están como peleando. No se dan cuenta de que estoy ahí. Están como haciendo lucha libre, agarrados uno al otro y dando vueltas en la cama, Papá no tiene ropa y Mamá solo tiene la parte de abajo del pijama de flores. Me da mucho miedo y me vuelvo a mi cuarto.


Esto te lo cuento para que entiendas lo que acabo de soñar. Estás tirada en la cama mirando al ventilador del techo y de alguna manera le estás restando importancia a lo que te estoy contando. En el sueño que tuve recién, era yo el que estaba jugando a la lucha con mi vieja, claro que en el sueño sabía que no era la lucha, y estamos dando unas vueltas en la cama igualitas a las que daban ellos esa noche. Pero lo más loco es que ella tiene puesta la misma parte de abajo del pijama, ¿entendés? El pijama ese de flores, treintipico años más tarde sueño un puente entre ese recuerdo y lo que está pasando ahora, acá en esta cama con vos. No sé si querés escuchar esto.



iii.

Sucede que ahora me estás buscando, entre las sábanas nupciales ayer colocadas, un gesto de madurez que siento casi infantil me roza la piel en la oscuridad, las sábanas también me acarician expresivas, como queriendo estar a la altura del momento. Primero tu barba en mis piernas, tus labios en mis pies, tus manos en mis muslos, tus manos en mi sexo, tus manos dándome placer, el dedo índice que sé que es índice, que sé que es tuyo. Un pequeño como eco entre las sábanas que van conociendo nuestro sudor. Pedro duerme en su cuna a pocos pasos, su cuerpecito lo siento en mis tetas llenas de leche, las que me estás masajeando, a las que sé que te vas a ir acercando poco a poco, tu barba está ahora en mi ombligo pronto va a estar apoyada básicamente en mi corazón que se quiere salir de donde lo tengo guardado. Estás a punto de hacer algo por primera vez pero sé que lo vas a hacer, incluso antes de que tus labios rodeen uno de mis pezones sé que lo vas a hacer. Antes de que me suceda ese sentimiento extraño entre cosquillas y dolor ya sé que va a suceder y que me vas a ir sacando la leche de a poco como con un tenedor, lo cual es un poco forzado, hasta yo me doy cuenta de eso. A pesar de que la persona que está escribiendo esto sea un hombre, a pesar de que ese hombre nunca haya tenido hijos, a pesar de la ficción, del sueño, de la oscuridad, de Pedro que de repente hace unos ruiditos como sospechando algo, así y todo puedo sentir esa fluidez natural que conozco, cuando mi cuerpo es una canilla, cuando mi cuerpo es vida, es comida, yo conozco esa sensación, y es la que tengo ahora entre el sexo y entre mi relación con vos y entre las sábanas y no es que esté pensando, cuando se tiene sexo no se puede pensar en nada, pero alguien lo piensa en mi lugar y alguien me pone estas palabras en el coco mientras también me masajeás el clítoris que después de tanto tiempo finalmente lo aprendiste a hacer bien. Creo que incluso sé lo que va a pasar después; te vas a quedar ahí tirado en la cama mirando cómo giran las tres hélices del ventilador y fumando y me vas a contar un par de sueños y me vas a preguntar si no entiendo lo que acaba de pasar y yo me voy a sentir como una tonta diciéndote que es natural, que es el camino de la vida y otras perogrulladas estúpidas y en el fondo lo que va a estar pasando es que te voy a estar entendiendo de esa extraña manera que sólo sucede cuando no entiendo nada de lo que estás diciendo; cuando no puedo entenderlo, sólo puedo escucharte hablar de tus sueños y de tu familia y de tu infancia. Y quizá –no sé, qué voy a saber yo sobre lo que les pasa a los hombres, especialmente vos que estás más mambeado, pero quizá– en el fondo vas a estar orgulloso, te vas a fumar ese cigarrillo como si debajo de la cama estuviera el cuerpo putrefacto y asesinado de tu viejo y arriba de la cama el cuerpo desnudo y cogido de su mujer, tu mamá. ¡Quién me mandó a casarme con un psicoanalista! Uno más loco quel otro. ¿Cómo era eso de Dios los cría…?


8 comentarios:

Mateo dijo...

enfermito

http://www.youtube.com/watch?v=7f7hxM05voQ

Mikel dijo...

jaja, enfermito sí... pero yo no me hago cargo.

creo que la perversidad socava otras cosas del cuento que me gustan y debido a las cuales lo subí al blog.
pero i don't blame 'em.

qué temazo me pusiste, eh. la gente que no escucha lou reed no tiene ni la más remota idea de lo que se pierde.

"Senator, it has been reported that you have had illegal congress with your mother"
"By God, we have a name for people like that, its: hey motherfucker!"

O cuando lo describe como "those who bed their beloved big bird"

Anónimo dijo...

vos no te hacés cargo y yo literalmente me voy a ir a lavar las manos, me siento sucia. Tengo todos los ojos llenos de incesto y por eso quizas los remueva de su lugar a la brevedad.

Anónimo dijo...

la canción está buenísima.
y mientras leía la letra unos banners me convencieron de que me sumerga en la scientology.
punto org.

Mikel dijo...

¿cómo estabas leyendo la letra si te habías arrancado los ojos?


ves que sos una mentirosa

Anónimo dijo...

Evidentemente todos tus estudios de la super ay reliteratura re importante no te sirvieron para diferenciar los tiempos de la historia y los del relato.
si, mencioné la extirpación de ojos en el 1er. mensajito, pero decía "a la brevedad", que es una medida de tiempo bastante relativa y contextualizable. Probablemente no me había arrancado los ojos todavía cuando leí la letra de la canción.
Cualquier otra duda me preguntás.

Mikel dijo...

ay yo pensaba que me ibas a agarrar con lo de "quizás", no había pensando en lo de los tiempos.

en todo caso, dudo de que no seas una mentirosa.

el otro día pensé en vos y fue tan gracioso que te lo cuento: había un gordo caminando en cuero por el puerto, y tenía una tatuaje de AGUS con letras góticas en toda la buzarda, por arriba del ombligo. para colmo era argentino.

Anónimo dijo...

ah si! el gordo Yoli.
viejo amor...