Todos mis aeropuertos están inundados,
el agua no para de entrar.
Las pistas, bajo el agua, iluminan la noche
con luces que persisten y se refractan,
se dejan ir, para cualquier lado.
Las líneas no paran de quebrarse,
el código se pierde por el canal,
los colores, la posición, el significado,
todo está sumergido,
nada puede respirar.
Desde las torres de control,
donde nada está al alcance de mi mano,
observo el agua, cómo sube,
cómo devasta y embellece, amenaza
con tragarme y lo hará.
Los aviones,
tanto en el aire como en el mar,
circulan, confundidos,
están listos para un nuevo reino,
quieren creer en algo.
Si vieran la tormenta entre las nubes
creerían en ella.
Pero es imposible,
esta falta de visibilidad.
Las torres de control flotan como mensajes
que nunca llegarán.
jueves, 10 de octubre de 2013
Todos los aeropuertos están inundados
Labels: poesía
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario