Cuando Muamar el Gadafi, como otrora habría hecho Juan Manuel de Rosas, huyó de las tropas rebeldes y abandonó la ciudad de Tripoli, descubrieron una compleja red de túneles subterráneos. Debajo de la universidad, unas habitaciones con un jacuzzi y una sala completamente equipada de material ginecológico. En otra habitación, un enorme archivo de documentos, todos ellos demostrando la existencia de vampiros inmortales. La primer foto en filtrarse fue la de Nicholas Cage, haciendo público que el actor es un vampiro inmortal. Poco después, la de John Travolta probaba que él también es un vampiro inmortal. La larga vida de los vampiros y su experiencia en materia humana habría sido la causa de que muchos se dedicaran a la actuación. Tras la muerte del dictador, el acceso al archivo es más fácil y están saliendo a la luz nuevos documentos secretos. Hoy, en absoluta y total primicia absoluta, el pueblo tiene derecho a saber que Steve Carell es, sí, un vampiro inmortal.
Esta foto de un soldado australiano de las fuerzas ANZAC en la Primer Guerra Mundial, muestra claramente que Steve Carell es un vampiro inmortal.
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