A veces recién despierta
siente que su mejor poema está a la mañana
El niño en el fondo de la cama
en su cuaderno
se está inventando firmas
con los nombres de otros chicos del colegio
Después se las vende por caramelos
Deslizándose por debajo de las sábanas
con su poema
abarca al niño y lo reintegra a sí
El olor a encierro tras la soñada
es común a ambos
los nutre y abriga
Los separa de un mundo hostil
que los espera, necesario
Alrededor del cuaderno
la sábana está pintada y manchada
y esos nombres ilustrados de personas
son líneas que salen de un punto
sin retorno
Se levanta para abrir un poco la ventana
y el pie descalzo que toca la losa fría
ya es la muerte
Las hojas del cuaderno
se animan con la corriente de aire, aletean
se pronuncian en ruidos y susurros
a los que tampoco accede más que la metáfora
El niño se cubre totalmente con la sábana
y da pasos por la cama diciendo
soy un fantasma, mamá, mirá, soy un fantasma
2 comentarios:
Bien jugado
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