lunes, 19 de diciembre de 2011

Despedida



En el asiento de atrás del auto

yendo a la estación

nos pareció increíble que la realidad

fuera tan parecida para los dos

que el núcleo subconjunto de uno

produjera las cosas, el auto, los paisajes, el amor

tan como el otro las producía

que la despedida

fuera a parar tan al mismo lugar

(un lugar hecho juntos y por separado

con los mismos elementos en distintos descampados)


La manera en que el todo se divide

para mirarse a sí mismo y unirse

nos daba ganas de mostrarnos de algún modo

de dónde había partido uno

para crear al otro

qué forma interior había sembrado

con su nombre y forma exterior cosechado

cómo era el paisaje que el otro recorría, antes

de que su vista y sus pasos

hayan creado lo que pisaba y veía

cuál era el signo de las lagunas, bajo qué astros,

que el otro fue llenando de agua oscura reflejando

los miedos y deseos que se inventaban

el agua y los astros que las lagunas se fueron inventando


pero también el dibujo del futuro

las partes del modelo que se despliegan

antes del ensamblaje, sobre la mesa

la diferencia de ingredientes y su naturaleza que da

la exuberante unicidad del alimento

y la sabrosa ilusión de su fragmento, ¿qué otros

cielos y lagunas nos faltaba llenar, en qué múltiple lugar?

¿cuándo?


y el hecho de que sólo entonces

lo viéramos tan puro y cierto y uno

cómo todo había avanzado desde el principio

con la finalidad de alinearse al final y deshacerse

de descargarse en una espiritual idea

que por dentro nos incluyera y no por fuera


y más tarde con las valijas

era raro ver esas rueditas y pensar

que además de ser posible todo eso

estaba pasando


Fuimos caminando de la mano

nos pusimos en el umbral

y como una lente enfocando reinventamos

el triste beso final

círculos dentro de círculos mezclándose con círculos

la confusión vista con claridad.


Pero después ya separados cuando

miraba por una ventana y nada tuyo era visible

no entendía cómo era posible

que yo pudiera seguir usando esos conceptos

la ventana, las cosas, el paisaje, el amor

si faltaba su principal constructor

¿o era todo un sueño?

eso, sin duda, lo explicaría.


Había comprado una revista de ciencias

para mirar las imágenes

y me quedé en un artículo de cosmología


antes creía

que era plausible eso del eterno

retorno, el big crunch

ahora dicen que no

por la materia oscura

a la vez que nos aparta nos vincula


Los cuerpos

se separan

y lo hacen cada vez más rápido.



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Parece que cuanto mejor se pone el blog, menos lo leen.
Creo que estás en el correcto Lado del Camino.

Anónimo dijo...

Lo único bueno de no haber leido tu blog por tanto tiempo es que ahora me quedan un montón por leer.
Lo único, el resto es basura.

Leerlo me dan ganas de más, la estoy pasando muy bien.

En éste, todo, pero lo del lente enfocando es una joshita.
Y aguanten los versos cuando separan eterno retorno en dos.

(Lo único que no me encanta es la palabra "rueditas". Lo siento, lo intenté pero no pude. Así somos los puristas de la poesía.)

Mikel dijo...

ay ay qué bueno que volviste agus. tus comentarios mejoran este blog en al menos dos niveles. gracias.