miércoles, 4 de enero de 2012

Estambul, 1 de enero 2012

A la mañana di un paseo largo por la costa, y jugué con los gatos, y pensé en la muerte. Creo que para la mayoría de las cosas no hay remedio, pero para la muerte sí: no existe. Un pescador solitario alimentaba a los gatos, usando parte del pollo crudo que tenía de carnada. A veces lanzaba los pedazos de piel gelatinosa algunos metros, otras veces dejaba que se lo arrancaran de las manos. Un pez picó y el hombre volvió a la caña. Me alejé mientras enrollaba la línea.


Cuando un gato se posa y mira el mundo, sabe que sólo se mira a sí mismo. Su reflexión extasiada es el fantasma de un planeta que desconoce su órbita y los cuerpos que orbitan alrededor suyo, su oración vaporosa es la arena que se desplaza con el viento, creando nuevos paisajes que no difieren de los anteriores. No es solamente todos los gatos, o el tigre que fue o que hubiera sido, es la bella presa y su debilidad, es el diente que alguien se cuelga de amuleto, es todo lo que en apariencia vive y muere, es la tierra fértil y el desierto, su instante retumba por mar y aire. Al ser sagrado, desconoce el fin y las fronteras. Una sola línea dibuja todas las ilusiones que podamos concebir.


Los cantos que se emitían por los altoparlantes de la mezquita más cercana detuvieron el universo por un momento. Como el gato que se proyecta con su espiritual mirada, tampoco la mezquita sabe nada de límites ni de interiores, su canto se irradia hasta tocar el silencio y de ahí sigue, a oscuras. La trama de una alfombra engaña al universo, y una taza de té contiene todas las caricias que nos faltan.

2 comentarios:

Mateo dijo...

Muy bueno, Mikel! Me gustó especialmente que te alejaras mientras el pescador enrrollaba la línea (como para que la muerte del pez no desmintiera eso de que no existe tal cosa. Ja.)

Tenés una lechuga en el diente en el segundo párrafo, en la última línea: "Una SÓLO línea dibuja todas las ilusiones que podemos concebir."

Abrazo

Anónimo dijo...

Que hermosura.
Un viaje increible desde que empieza hasta que termina (casi le pongo comillas a termina).
Me encanta que sea corto, es como un haiku gigante.
Cuando entra la mesquita volví a estambul. Todos los lugares al mismo tiempo.